Los problemas digestivos es un malestar que padecen la mayoría de personas a cualquier edad, ya sea que hablemos de gastritis, colitis, diarrea, inflamación, estreñimiento o dolor abdominal; y seamos sinceras mujer, muchas veces no lo tratamos ni le prestamos mucha atención. 

Muchas no comemos picante o tomamos pastillas antes y después de cada comida para evitar el malestar, pero el alivio es momentáneo.

Para mejorar tu digestión te compartimos estos secretos.

  1. Hidrátate.

La hidratación es un remedio mágico para todo. Tomar agua te ayuda a prevenir la inflamación y el estreñimiento, además de que te brinda más energía durante el día.

  1. Probióticos.

Los probióticos, deben formar parte de tu rutina de bienestar, pues promueven el crecimiento de bacterias buenas en el intestino, regulando el proceso digestivo, además es bueno tomarlos para prevenir infecciones de vías urinarias y hongos.

  1. Alimentación.

Bebes estar consciente de cada comida que realizas. Tómate el tiempo de respirar, masticar bien cada alimento, y saber qué es lo que estás comiendo y por qué.

  1. ¡Muévete! 

Si trabajas en casa, es normal que pases más tiempo sentada. Pon alarmas en tu teléfono para pararte cada determinado tiempo a caminar, hacer estiramientos ayudará a que los alimentos se digieran mejor.

  1. Haz rutina, para tus alimentos. 

Entre más apegada estés a los horarios de comida, mejor te sentirás.

  1. Agua tibia con limón por las mañanas. 

Es efectiva. Y no precisamente porque bajes de peso milagrosamente, sino que tiene un efecto alcalinizante en el cuerpo y la capacidad para ayudar a neutralizar la acumulación de tóxicos de toda la noche.

  1. Mastica.

Muchas veces por la prisa, puedes olvidarte de masticar bien los alimentos. Masticar los alimentos, aproximadamente unas 32 veces, ayuda al proceso digestivo y la absorción de nutrientes. Además, la saliva contiene enzimas digestivas que se liberan al masticar, que mejoran el proceso digestivo de los carbohidratos.

  1. Fibra.

Los alimentos altos en fibra ayudan a regular el intestino, previniendo la inflamación y el estreñimiento.