El cerebro necesita hasta tres meses de repeticiones diarias para crear el circuito neural que automatiza una conducta. “Pero el mayor beneficio se obtiene durante el primer mes”, según Wood. 

Por eso es importante ser constante al principio. 

Persevera mujer: los hábitos que creas ahora pueden ser los hábitos que conserves durante toda la vida.

  1. Prográmate para hacer ejercicio. 

Si estás sola, es fácil escapar de un entrenamiento diario, pero es más difícil cuando tienes un compromiso pendiente para hacer ejercicio con un amigo. Al menos, intenta caminar 40 minutos por día, es bueno para tu mente y corazón. Quienes se ejercitan tienen el 45% menos de probabilidades de contraer la enfermedad de Alzheimer, según la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation.

  1. Consume una ensalada todos los días. 

Según un estudio del 2017 a cargo del Rush University Medical Center, consumir tan solo una porción diaria de verduras de hojas verde, te ayuda a un menor deterioro cognitivo.

  1. Un postre con bayas es una excelente opción. 

Consumir una taza de arándanos azules cada día durante seis meses también puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares entre un 12 y un 15%. 

Los arándanos azules y las moras, contienen compuestos que combaten la inflamación y ayudan a proteger el cerebro., según una investigación que se publicó en el 2019 en la revista American Journal of Clinical Nutrition. Convierte el yogur natural con arándanos y moras, en tu postre favorito después de la cena.

  1. Si tu bebida favorita es la gaseosa, sustitúyela por el hábito de tomar té verde. 

Las personas que toman bebidas azucaradas tienen más probabilidades de padecer la enfermedad de Alzheimer, según los investigadores, y algunos estudios sugieren que el té verde puede favorecer las funciones cognitivas.

  1. Participa en algún juego o incrementa la lectura. 

Quienes ejercitan la mente con mayor frecuencia en actividades intelectuales (como jugar o leer) tuvieron un 29% menos de probabilidades de padecer demencia durante un período de seguimiento de cuatro años, según un estudio con adultos de 65 años o más que se llevó a cabo en el 2018 y se publicó en JAMA Psychiatry.

  1. Intenta hacer algo nuevo una vez por semana. 

Escucha otra música, aprende algunas palabras en otro idioma o inscríbete para asistir a una conferencia. 

El aprendizaje continuo se vincula a una mejor salud cerebral, y mantener el cerebro activo se vincula a un retraso en el inicio del deterioro cognitivo.